domingo, 30 de enero de 2011

~94.

Y mientras, ella trata de hacer como si no fuese nada, como si al sentir su respiración sobre la nuca no la dieran escalofríos, como si los besos en la curva de la espalda no la hicieran sonreír, intenta que él no se de cuenta de la cara de idiota que pone cuando la abraza por detrás, o cuando la acaricia deslizando su mano desde la cadera hasta la cintura y viceversa.
Se esfuerza por disimular ese brillo en la mirada cada vez que huele a él, y aquella vez que una lágrima cargada de sonrisas quiso escapar de sus ojos para ser la primera derramada por felicidad.
Y sobre todo, no quiere que se de cuenta de que la encanta acurrucarse sobre su pecho y sentir su calor. Sentir, que necesita que la proteja, que la cuide.

Porque no quiere que sepa que es totalmente dependiente de él, de sus labios, de las constelaciones que forman sus lunares, de sus pestañas y de cada poro de su cuerpo.



 Parce que Je t'aime.




Little M.

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