Quizá se ilusionó demasiado pronto, pero ¿qué más da?, siempre lo hace, ya debe estar acostumbrada a caer.
Debe pero no lo está.
Tiene ganas de que la abracen hoy para no soltarla mañana. No quiere palabras, quiere hechos.
Ella escribe un diario, y la llaman loca por ello pues todas sus páginas están en blanco.
Pero están en blanco para quien no sabe mirar, para todos aquellos que juzgan por la apariencia.
Y si te detienes, si te molestas en pasar unos minutos con ella. De permitirla abrirse a ti y dejar que te enamores poco a poco, entonces lo entenderás.
Sabrás ver que no es un diario en blanco, es un diario lleno de falsas ilusiones, de sueños frustrados y algún paseo por la orilla del mar.
Un diario que cuenta como rompen las olas contra las rocas, y la salpica el agua del mar, cuenta por qué separa lo rojo de lo blanco en los regalices y lo mucho que la cuesta saber lo que quiere.
Little M.
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