domingo, 12 de septiembre de 2010

~50.

Nunca la diste la oportunidad de demostrártelo. De que supieras lo mucho que valía su compañía.
Quizá se ilusionó demasiado pronto, pero ¿qué más da?, siempre lo hace, ya debe estar acostumbrada a caer.
Debe pero no lo está.
Tiene ganas de que la abracen hoy para no soltarla mañana. No quiere palabras, quiere hechos.
Ella escribe un diario, y la llaman loca por ello pues todas sus páginas están en blanco.
Pero están en blanco para quien no sabe mirar, para todos aquellos que juzgan por la apariencia.
Y si te detienes, si te molestas en pasar unos minutos con ella. De permitirla abrirse a ti y dejar que te enamores poco a poco, entonces lo entenderás. 
Sabrás ver que no es un diario en blanco, es un diario lleno de falsas ilusiones, de sueños frustrados y algún paseo por la orilla del mar.
Un diario que cuenta como rompen las olas contra las rocas, y la salpica el agua del mar, cuenta por qué separa lo rojo de lo blanco en los regalices y lo mucho que la cuesta saber lo que quiere.




Little M.

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