sábado, 15 de enero de 2011

~89.

Deseaba poder descansar sobre sus labios cuando el día se tornase gris, pasear sobre sus largas pestañas y admirar el brillo de sus ojos. Acariciar su cuello lentamente, y marcar el camino hasta su oreja con dulces besos.
Y detenerse ahí unos minutos, lo suficiente para susurrarle que no hay mejor sitio para estar que en su regazo, que le dan escalofríos cuando la abraza fuerte, y sobre todo, que le quiere, que siempre le quiso.
Que le quiso cuando se enfadó de manera tonta con él, le quiso cuando la miró con deseo, le quiso cuando la dijo te quiero, le quiso cuando la animó, cuando la limpió las lágrimas, cuando la hizo cosquillas, cuando la persiguió por Madrid para pisarla los pies, cuando se rió de su torpeza, cuando se preocupó. 
Le quiso aún más cada vez que no la dejó sola, cada momento que la recordó lo bonita que era.
Y que quería seguir riendo junto a él, siendo incapaz de enfadarse, por mucho mucho tiempo.









Nunca había echado tanto de menos una simple sonrisa. 




Little M.

1 comentario:

  1. Me encanta tu blog,transmites realmente bien aquello que quieres decir (:

    te sigo desde ya :)
    grandes x.x

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