Llora de felicidad, llora y siente como las lágrimas resbalan una a una por tus mejillas, dibujando cada milímetro de tu rostro y contando mil historias que pocas personas serán capaces de escuchar algún día.
Me gusta el sabor de las lágrimas.
Saben a errores que cometí y de los que he aprendido mucho, a sentimientos tan profundos que no tienes palabras para expresarte y atardeceres en la playa. Saben a sugus de fresa y noches de insomnio. A un "te quiero" en el momento adecuado dicho por esa persona, a despedidas y reencuentros.
Y un abrazo de esos que tanto me gustan...
Little M.
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