jueves, 26 de agosto de 2010

~44.

Carla camina calle arriba, contando el número de baldosas que hay hasta encontrarse con Pablo.
Él se siente extraño, sus amigos le dicen que se está volviendo demasiado blando, pero por una vez en mucho tiempo se siente realmente a gusto consigo mismo. Aún así la opinión de los demás le puede.
Ella, se plantea si se está volviendo demasiado enamoradiza. El miedo a fracasar de nuevo la aterra.
Pablo se pone nervioso.- Vale, decidido, tengo que dejar de ser tan calzonazos como me dicen, no quiero volverme una "maricona cursi"- piensa para sus adentros.
Carla es vencida por el miedo a volver a sufrir y se propone mirarle de otro modo. Sin embobarse.


Ella ya ha llegado al final de su trayecto. Él también.
Ahí están, uno en frente del otro. Los ojos de Pablo están fijos en los de Carla y viceversa.
En ese instante toda paranoia se derrumba, se rinden el uno ante el otro, solo importan ellos.
Y se funden en un abrazo que pondría tierno al mismísimo Freddy Krueger.
Que los demás se mueran de envidia del calzonazos y la enamoradiza.





Little M.

4 comentarios:

  1. Qe importa lo qe piensen los demas …
    ellos son felices :)!

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  2. He de decirte dos cosas:
    Primera; me sigue gustando un montonazo tu manera de escribir.
    Segunda; estoy enamorada de la cancioncita que suena cuando ponto tu blog (L)_(L)
    Un beso!

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